No fue una semana fácil para la Bolsa de Valores de Colombia -BVC-. Desde el martes hasta el viernes sus pérdidas acumuladas llegaron a -7.92% y las acciones de Ecopetrol y Mineros sufrieron las mayores desvalorizaciones con -27.36% y -15.15% respectivamente. El resultado de la segunda vuelta causó un marcado coletazo que todavía se siente y que solamente una decisión del Gobierno electo podrá detener.
Ahora bien, esto no quiere decir que la victoria de Gustavo Petro haya sido la única razón que motivó la caída del mercado de valores. Por ejemplo, la baja en el precio del petróleo de los últimos días generó que este sector a nivel global se desvalorizara y la subida progresiva de las tasas de interés de la FED -el banco central de Estados Unidos- hace que poco a poco sea más atractivo para los inversionistas llevar sus recursos a suelo americano que dejarlo en Países como Colombia.
Sin embargo, es claro que en el mercado hay una gran incertidumbre frente a la política energética que implementará el próximo Gobierno. Recordemos que durante su campaña Petro propuso suspender la exploración de petróleo en Colombia con el propósito de iniciar una transición hacia energías renovables donde no se dependiera más de los combustibles fósiles, lo cual implicaría, por un lado, agotar durante los próximos seis años las reservas probadas que existen y, por otro lado, encontrar nuevas fuentes de financiamiento que reemplacen los billonarios recursos que anualmente le transfiere Ecopetrol al Estado por concepto de dividendos, impuestos y regalías.
Lo anterior, claramente, no es un tema menor. Este hidrocarburo representa el 55.4% de las exportaciones y cerca del 40% de la inversión extranjera que llega al País, sin mencionar que durante la última década las referidas trasferencias superaron los $200 billones.
Por eso, es urgente que la nueva administración designe cuanto antes a los próximos Ministros de Hacienda y Minas, de tal forma que el mercado conozca la postura de estos funcionarios frente al sector y pueda estabilizarse lo más rápido posible.
Más aún, cuando de esta decisión dependerá el futuro energético de Colombia, dado que, por ejemplo, la agenda de inversión de Ecopetrol la maneja autónomamente la empresa sin mayor intervención del Congreso, quien, a lo mucho, puede adelantar debates de control político, pero sin que ello conlleve necesariamente a un cambio de los miembros de la junta directiva, del Presidente de la misma que es designado libremente por el Palacio de Nariño o del portafolio de negocios.
En otras palabras, al no haber mayor contrapeso institucional la confianza del mercado queda depositada en las personas que estén al mando de estas dos carteras, por lo que postergar su designación genera más consecuencias negativas que positivas.
Por recordar un caso, tras la fallida reforma tributaria del año pasado y la consecuente salida de Carrasquilla del gabinete el mercado entró en un periodo de incertidumbre al no saber qué rumbo tomarían las finanzas del País, lo cual afectó, de manera semejante a como está ocurriendo ahora, la cotización de las empresas en la bolsa. No obstante, cuando el Presidente designó a José Manuel Restrepo como Ministro, un perfil técnico, preparado y alejado de los extremos, los agentes económicos se tranquilizaron al ver que la cartera quedaba en buenas manos.
Y eso es precisamente lo que necesitamos ahora. Más allá de los nombres y el origen político que puedan tener estos funcionarios, lo fundamental es que sean perfiles técnicos que le den tranquilidad a todos los actores: al Congreso, a los empresarios, al Gobierno y a los inversionistas. En últimas, si a los Ministros y a Ecopetrol le va bien, al País le va bien. Y eso es lo que todos queremos, que las diferencias no afecten el desempeño de la joya de la corona.