Por: Nicolás Pérez
Senador de la República
Mañana será un día crucial para el País. Más allá del resultado de las consultas presidenciales, que por supuesto es importante, se definirá la conformación del Congreso para los próximos cuatro años. Algo que no tiene el mismo impacto mediático que la contienda para llegar a la Casa de Nariño, pero que termina siendo igual y hasta más importante en varios escenarios.
En especial, porque casi todos los asuntos relevantes del Estado pasan por el legislativo. Desde los ascensos de los Generales de la Fuerza Pública, pasando por las reformas constitucionales, tributarias, pensionales, a la justicia o a la salud, hasta la labor de control político al Gobierno, de la cual se deriva el poder de censura a los Ministros y la auditoría presupuestal y contractual a las entidades públicas.
En otras palabras, este no es un tema menor. La defensa de las libertades civiles y económicas está íntimamente ligada a que haya un Congreso fuerte e independiente que no avale experimentos que han fracasado en otros países y que pueden afectar la propiedad privada, la confianza inversionista, la generación de empleo y el crecimiento económico.
Por eso, es clave elegir candidatos que saben lo que hacen, que tienen preparación, que no renuncian a sus convicciones por las tentaciones de la coyuntura y que no llegan a improvisar al Capitolio. En este caso, les quiero contar por qué le doy mi voto de confianza a Carlos Meisel en estas elecciones.
A Carlos lo conocí en el Senado hace cuatro años. Ambos llegamos nuevos en 2018 provenientes de familias emprendedoras que durante varias generaciones se han dedicado a generar empleo y transformar miles de vidas en las regiones. Coincidimos en la Comisión Cuarta, una de las dos Comisiones Económicas del Senado, donde hemos trabajado estos casi cuatro años para sacar adelante un bloque de proyectos claves para las finanzas del País.
Por ejemplo, ambos impulsamos la Ley de Financiamiento de 2018 y la Ley de Crecimiento Económico de 2019, las cuales lograron, entre otras cosas, que en 2019 se registrara la variación del PIB y de inversión extranjera directa más alta en seis años gracias a un conjunto de incentivos tributarios que permitieron que los mercados recuperaran la confianza en Colombia después de varios años difíciles.
Además, como bancada del Centro Democrático en esta Comisión sacamos adelante el Plan Nacional de Desarrollo y los Presupuestos Generales de la Nación de este cuatrienio, donde conseguimos, entre otros aspectos, que el rubro de inversión para Antioquia pasara de $2.2 billones en 2018 a $6.2 billones en 2022.
Asimismo, durante la legislatura 2021-2022 Meisel ha fungido como Presidente de la Comisión, posición a través de la cual se materializaron dos grandes aspectos. El primero, fue un conjunto de debates de control político donde movilizó a la Superintendencia de Servicios Públicos y las demás autoridades competentes del Gobierno para dar respuesta a las denuncias sobre los aumentos excesivos de las tarifas de energía eléctrica en varias zonas del País. Un tema que golpea fuertemente el bolsillo de las familias y que ya se está solucionando gracias a su gestión.
El segundo, fue la aprobación en tiempo express de la Ley de Inversión Social. Recordemos que a mediados del año pasado el País se incendió a raíz de la fallida reforma tributaria de Carrasquilla. Colombia perdió el grado de inversión en dos de las tres calificadoras que nos evalúan y era vital aprobar una Ley de manera rápida que permitiera apaciguar la tensión social que existía, tranquilizar a los mercados, mantuviera las medidas sociales para luchar contra la pobreza y aumentara el recaudo de la Nación, lo cual fue posible gracias al gran consenso que se construyó entre todos los sectores y donde Meisel jugó un rol determinante.
Pero más allá de esas precisiones técnicas de la labor legislativa, también confío en Carlos por otra razón. Cuando me siento a hablar con él veo a una persona que no solamente conoce lo político, sino que realmente le duele el País. Sabe lo difícil que es generar empleo y es testigo del poder transformador que tienen los emprendimientos en la sociedad. Como Concejal recorrió uno a uno los barrios de su ciudad para trabajar con las comunidades y como Senador ha hecho lo propio a nivel nacional.
Es una persona que siente como suyas las problemáticas ajenas y hace todo lo que esté a su alcance para solucionarlas. De eso puedo dar fe. Y eso, más allá de los títulos, los cargos y los pergaminos, es de los aspectos más importante en el Congreso. Las decisiones que se toman allí nos impactan a todos los colombianos por igual, razón por la que es fundamental que los congresistas no sean fríos, indiferentes y alejados de la gente, sino que realmente entiendan la capacidad transformadora que se deriva del poder que tienen en sus manos.
Carlos realmente es un Senador que trabaja con el corazón.
El futuro de Colombia está en nuestras manos. Es momento de elegir bien. Votemos por Carlos Meisel marcando el logo del Centro Democrático y el # 9 en el tarjetón del Senado.