Por: Nicolás Pérez
Senador de la República
El ahorro pensional de 18 millones de colombianos está en riesgo. Petro quiere expropiar estos recursos para convertirlos en la caja menor del Gobierno y financiar una expansión desbordada del gasto público. El ahorro de toda una vida de trabajo puede desaparecer y las dificultades de nuestro sistema pensional se agravarían aún más. Acá les cuento por qué:
Contrario a las recomendaciones de los expertos, Petro propuso eliminar los fondos privados, mandar a todas las personas a Colpensiones y utilizar el ahorro pensional de los casi 18 millones de afiliados de las AFP para financiar gasto público. Es decir, robarle a la gente.
Y lo digo en estos términos porque es la verdad. Si se llevan al Estado los $390 billones que han ahorrado los trabajadores en Colombia durante décadas no se solucionan los problemas estructurales de Colpensiones, tales como la imposibilidad de sostener el modelo de reparto intergeneracional en una sociedad que tiene cada vez menos jóvenes y más adultos mayores y la distribución inequitativa de los subsidios, donde el 74% de ellos se destinan a financiar las megapensiones del 20% más rico del País.
Es más, con dicho traslado puede que se alivie el presupuesto a corto plazo, pero al cabo de unos años estos recursos se acaban y el Gobierno queda a cargo del 100% de los pensionados del País sin tener nuevas fuentes de financiación. En otras palabras, no habría cómo pagar las jubilaciones de nadie.
Además, es altamente probable, como ocurrió hace 10 años en Argentina, que parte de ese ahorro pensional lo utilice el Gobierno para financiar rubros distintos a las pensiones, tales como subsidios o burocracia. Un aspecto que guarda lógica con el plan de gobierno del Pacto Histórico, donde se pretende expandir como nunca antes las funciones y el tamaño del Estado, para lo cual es necesario tener ingresos adicionales a los que existen hoy en día.
De hecho, fue tan nefasta la experiencia argentina que ese traslado pensional, que tomó US$30.000 millones de 9.5 millones de afiliados, lo aprovechó el Gobierno Kirchner para viabilizar una ampliación desbordada del gasto público, pero una vez se gastaron esos recursos el déficit fiscal se disparó, dado que no había cómo seguir financiando tanto programa estatal existente.
Como resultado, actualmente Argentina sufre una inflación superior al 50%, la deuda asciende a más del 90% del PIB, hace dos años el Gobierno dejó de pagar parte de sus obligaciones crediticias y su mercado de capitales prácticamente desapareció, lo cual no es un aspecto menor.
En especial, teniendo en cuenta que la gestión de los fondos de pensiones privados es esencial para el desarrollo de los países. Por ejemplo, en Colombia de esos $390 billones de los trabajadores $111 billones se encuentran invertidos en títulos de deuda pública y $280 billones en acciones de empresas.
Es decir, el ahorro pensional es administrado de forma profesional y responsable, de forma tal que les genera utilidades a los trabajadores y financia el crecimiento de las empresas y el Gobierno. Por eso, acabar con este mercado, lejos de afectar a los banqueros, como afirma Petro, nos perjudica a todos los colombianos.
En últimas, el candidato es consciente que necesita nuevas fuentes de financiación para entregar todos los subsidios que plantea y quiere apropiarse del ahorro pensional para lograrlo.
¿Se imaginan que su dinero termine convertido en la caja menor del Gobierno Petro para pagar puestos y dar subsidios por doquier?
Por supuesto que no. El ahorro pensional es sagrado. El esfuerzo de toda una vida de trabajo se debe respetar por encima de cualquier cosa. Lo último que necesitan las personas es que el Gobierno tome sus recursos, haga una piñata de subsidios y deje sin jubilación a 18 millones de trabajadores.