Por: Nicolás Pérez
Arrancó la Vaca por Antioquia. Una particular propuesta para salvar la financiación de las importantes vías 4G del Departamento, frente a la cual es necesario hacer varias precisiones.
En primer lugar, los antioqueños no tendríamos por qué estar sufriendo por la financiación de las 4G. Más allá de las diferencias que pudieron haber entre las administraciones Santos y Duque, la Nación siempre había cumplido con sus aportes. Lógicamente, el choque entre Petro y el uribismo genera un panorama nuevo, pero, en últimas, los mandatarios deben tener la capacidad de poner a un lado las diferencias para sacar adelante los proyectos vitales para el País.
En otras palabras, el primer objetivo de la Gobernación debería ser que el Ministerio cumpliera con sus aportes. Hay que sentarse a dialogar y llegar a acuerdos. Más aún, cuando las inversiones de la Nación en Antioquia ascienden a $8.7 billones anuales. El Departamento no se puede quedar sin esos recursos y tampoco podemos estar de Vaca en Vaca para sustituirlos.
Además, hay que tener claro que la Nación tiene el dinero para las 4G en caja, a tal punto que Petro le está ofreciendo a Bogotá asumir la totalidad del costo de soterrar un tramo del Metro.
En segundo lugar, es incuestionable que el Departamento necesita sacar adelante las 4G. Estas vías, como Pacífico 1, permitirán reducir en 30% los tiempos de desplazamiento y ahorrarán en 20% los costos de transporte, lo que se traduce en mayor competitividad y desarrollo social. Colombia necesita seguir superando el atraso histórico en infraestructura vial y estas mega carreteras lo hacen posible, conectando centros productivos y regiones.
Por eso, es más que legítima la preocupación del Presidente Uribe en encontrar un mecanismo que permita destrabar financieramente los proyectos y garantizar su culminación, algo en lo cual coincidimos todos los antioqueños.
En tercer lugar, surge la pregunta de por qué la Gobernación inició la Vaca sin que la Nación hubiese hecho entrega de las vías al Departamento. Por más buena voluntad que haya, existen contratos de por medio que no se pueden desconocer.
¿Qué pasará, por ejemplo, si el Gobierno Nacional no admite que la Gobernación interfiera y no le cede las 4G? ¿Se perderán los recursos de la Vaca? ¿Cómo se devolverán a los donantes? ¿Se utilizarán en otros rubros?
Creo que antes de empezar el proceso, era vital tener claro la situación jurídica de las vías. De lo contrario, una buena intención puede terminar convertida en un dolor de cabeza*.
En cuarto lugar, aunque la medida operará como un salvavidas para un tema puntual, preocupa que la Gobernación intente financiar los demás proyectos de su gestión a través de este mecanismo. De hecho, el actual Gobernador, como Alcalde de Rionegro, financió sus grandes inversiones a través de cobros por valorización, por lo que sería bueno que aclarara si hará lo mismo en el Departamento.
En quinto lugar, la ciudadanía debe tener claro que los recursos que se recauden con la Vaca no se destinarán de inmediato a concluir las 4G. Primero, será necesario que se incorporen al presupuesto del Departamento previa autorización de la Asamblea, para después poderse ejecutar por medio de la entidad competente, lo cual toma tiempo.
Por eso, sería deseable que esta noble iniciativa fuese acompañada de una veeduría ciudadana. La Vaca por Antioquia no se puede convertir en la caja menor de la Gobernación para financiar contratistas o hacer eventos. A la solidaridad y al esfuerzo de los antioqueños hay que responder con una correcta e incuestionable ejecución de los recursos de la mano de una veeduría ciudadana permanente.
En especial, cuando esto implica una contribución adicional a la tributación ordinaria que realizamos en el Departamento que, repito, no tendría por qué estarse haciendo. Por lo pronto, aportaré con gusto mi granito de arena para ver terminadas las 4G.