Estamos ad portas de finalizar el 2021, un año donde la reactivación económica, la vacunación masiva y la disminución del desempleo empezaron a dejar en el pasado las dificultades del 2020 gracias a las medidas que hemos venido tomando desde el Estado y al empuje inquebrantable de los colombianos. Estos fueron nuestros principales logros:
En primer lugar, en la fallida reforma tributaria de Alberto Carrasquilla, que terminó fungiendo como la excusa perfecta para el paro de mayo, fuimos enfáticos en señalar que bajo ninguna circunstancia se podían afectar las pensiones ni la clase media a través de incrementos en el IVA a los servicios públicos, a los bienes agropecuarios, a la gasolina o al internet.
Esas son unas líneas rojas que ningún ajuste impositivo debe cruzar, más aún cuando los hogares, este año, apenas estaban recuperando la capacidad adquisitiva tras un difícil 2020 que trajo la crisis económica más dura en casi un siglo.
En segundo lugar, sacamos adelante la Ley de Inversión Social, quizás la mayor apuesta de reactivación económica y lucha contra la pobreza que se haya hecho en la historia reciente del País, la cual está integrada por dos grandes componentes:
Por un lado, en materia de gasto, en esta Ley prorrogamos el subsidio a la nómina desde mayo hasta diciembre de este año, protegiendo así 400.000 empleos, extendimos el ingreso solidario hasta diciembre de 2022, lo cual beneficiará a 4.1 millones de hogares, garantizamos la matrícula cero para más de 695.000 estudiantes vulnerables y establecimos un conjunto de incentivos hasta agosto de 2023 para fomentar la contratación de jóvenes y mujeres.
Por otro lado, frente al recaudo, logramos que a las arcas de la Nación ingresaran $15.2 billones anuales provenientes de un ahorro en el gasto público por $1.9 billones, $2.7 billones por fortalecimiento de la lucha contra la evasión y $10.6 billones por un mayor aporte tributario por parte de las grandes empresas
De hecho, en este punto es necesario hacer una valiosa precisión: el incremento del 30% al 35% de la tarifa de renta de las compañías no afectará a los micro y pequeños negocios, dado que ampliamos de 80.000 a 100.000 UVT el tope máximo de ingresos anuales que se pueden tener para ingresar al régimen simple.
Al respecto, recordemos que esta es una de las innovaciones tributarias más efectivas para promover la formalización y el emprendimiento, dado que con un solo pago, que oscila entre el 1.4% y el 14.5%, se cubre el impuesto de renta, consumo, industria y comercio, ganancia ocasional, avisos y tableros y la sobretasa bomberil. Además, no obliga a las empresas a realizar las retenciones en la fuente para ICA y renta y permite descontar las contribuciones realizadas al régimen de seguridad social. Una verdadera maravilla.
En últimas, con esta iniciativa esperamos poner en marcha un proceso de corrección fiscal para disminuir el déficit y la deuda y reducir la pobreza del 42.5% al 34.2%.
En tercer lugar, sacamos adelante el Presupuesto General de la Nación 2022 por un monto de $350.4 billones, donde logramos incrementar el componente de inversión en $7.3 billones al pasar de $62.2 a $69.9 billones los recursos que destinaremos para generar desarrollo en las regiones.
En este contexto, para Antioquia logramos destinar $2.3 billones en programas sociales, $2 billones en proyectos de infraestructura y, en total, el regionalizado del Departamento ascenderá a $6.2 billones, es decir, $1.1 billones más que lo presupuestado para este año.
En cuarto lugar, radicamos el proyecto que crea el remate judicial electrónico, el cual permitirá acabar con las mafias que controlan estos procesos a través de dos mecanismos: el primero, es que todos los remates que se lleven a cabo en el País deberán ser publicados en un portal único administrado por la Rama Judicial. El segundo, es que a través del mismo aplicativo los ciudadanos presentarán las ofertas para adquirir los bienes y asistirán a las audiencias, dado que serán transmitidas por ahí, con lo que eliminamos la interacción presencial que da pie para intimidaciones y amenazas.
Asimismo, logramos que nuestra propuesta de crear un bono de antigüedad para los miembros del Nivel Ejecutivo de la Policía que cumplan los requisitos para pensionarse y decidan permanecer en servicio activo fuera acogida en el proyecto 032 de 2021, el cual crea la categoría de patrullero y ya pasa a sanción presidencial.
En general, el balance de este año es positivo. El desempleo y el desempeño económico del País ya se ubican en niveles previos a la pandemia, el Gobierno ahora tiene las herramientas suficientes para disminuir la pobreza y todo está dado para que en 2022 Colombia vuelva a ser una de las naciones líderes de la región. Todo, eso sí, siempre y cuando no cometamos el error de caer en los populismos que ya están causando estragos en Perú, Chile, Argentina y, por supuesto, Venezuela.