Por: Nicolás Pérez
Senador de la República
Hace cuatro años llegué al Senado con una ilusión: trabajar por Colombia. Después de haber estado involucrado toda mi vida en emprendimientos del sector privado, sentí que podía poner mi experiencia y conocimiento al servicio del País y aportar mi granito de arena para mejorar la calidad de vida de mis compatriotas.
Algo que hice lleno de convicción. Representar a miles de antioqueños y colombianos que depositaron su confianza en este proyecto era una responsabilidad mayor frente a la cual no podía ser indiferente y que me motivó a trabajar sin descanso desde el primer hasta el último día.
Y sí, no voy a ocultar que hubo momentos difíciles. Desafortunadamente la actividad política acarrea un desgaste que implica, entre otras cosas, asumir riesgos de seguridad y ser objeto constante de ataques infames con los cuales se busca desprestigiar la reputación y el buen nombre.
Sin embargo, estos aspectos negativos pasan a un segundo plano cuando se logran materializar medidas que transforman positivamente la vida de miles de familias y que le recuerdan a uno que estas posiciones de poder son una plataforma a través de la cual se pueden cambiar las cosas.
Por ejemplo, en estos cuatro años logramos disminuir del 12% al 10% el aporte a salud de los pensionados que reciben una mesada de 1 a 2 salarios mínimos, hicimos que la devolución del IVA iniciara desde 2020 y no a partir de 2021 como inicialmente estaba previsto, evitamos la privatización del Fondo Nacional del Ahorro, protegimos el ahorro pensional al impedir que el Gobierno perdiera la facultad de determinar la rentabilidad mínima de los fondos privados, creamos el bono de antigüedad para los miembros del Nivel Ejecutivo de la Policía y nuestro proyecto para crear el remate judicial electrónico fue adoptado por el Consejo Superior de la Judicatura, quien lo implementará directamente.
Además, denunciamos los alarmantes retrasos que presentaban la construcción de colegios con el Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa, lo cual permitió que el Ministerio de Educación cambiara a los contratistas incumplidos, expusimos el billonario círculo vicioso que opera en la Fiduprevisora donde la entidad retiene sistemáticamente el pago de las cesantías a los maestros para esperar a ser demandada y así justificar la contratación de nóminas paralelas y permitimos que se abrieran las puertas a los créditos para las MiPymes en el momento más crítico de la pandemia.
Asimismo, fui coordinador ponente de tres Presupuestos Generales de la Nación y de la Ley de Inversión Social, donde a lo largo de extensas jornadas de estudio con las comisiones económicas, el Partido y el Gobierno se construyeron las decisiones que impactaban de la mejor manera posible la calidad de vida de las personas
Entre ellas, no puedo dejar de mencionar la ampliación del régimen simple que le permite a las MiPymes pagar una tarifa de impuestos menor para ayudar así a su formalización y crecimiento, la extensión del ingreso solidario hasta diciembre de 2022, el descuento del IVA de los bienes de capital, el descuento del ICA, la exención del impuesto de renta a las inversiones agroindustriales y el restablecimiento de los contratos de estabilidad jurídica a las mega-inversiones.
Medidas que permitieron que Colombia registrara en 2019 la mayor tasa de crecimiento económico y de inversión extranjera directa en seis años y que, después de la pandemia, hicieron posible una reactivación donde, entre otros aspectos, ya se recuperaron los empleos perdidos por las cuarentenas.
Igualmente, radiqué más de 40 proyectos de ley y acompañé la votación de cientos de iniciativas que benefician al País. Por cuestión de tiempo me es imposible mencionarlas todas, pero, por ejemplo, logramos que Medellín se transformara en Distrito de Ciencia Innovación y Tecnología.
En últimas, estando a pocos días de culminar esta etapa, debo decir que siento la satisfacción del deber cumplido. Servirle a Colombia desde el Senado ha sido el mayor honor de mi carrera profesional y será una experiencia que perdurará por siempre en mi corazón. El profundo afecto que tengo por mi País es inagotable y continuará fungiendo como inspiración para trabajar desde cualquier escenario que me depare el futuro por esta adorada Nación.